martes, 1 de diciembre de 2009

El sufriente
Mi estómago se retuerce
en las entrañas del dolor.
Temo una explosión inminente.
No creí al dolor humano tan real, tan verdad.
No creí a la vida misma sumamente turbia.
Hoy, simplemente preocupado por el porvenir,
ya no creo en mí.


Confesiones


Dolor suspendido ante el vacío
vías que no llevan a ningún lugar.
Ocasos se depositan bajo el monte
del otro lado nace la luna
y a mi izquierda estás tú.
Pero ya nada importa,
la voluntad cede ante el deseo.
En instantes te confesaré mi amor.

La caja

La caja se llena.
El metal se expande.
Dubitativo ante el no saber
decido escapar, rodear el río desbordarte.
Otro error y la caja un poco más llena.
El sol no podrá ayudarnos esta vez.
Donde encontraré una salida,
¿Dónde está?

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